Siempre les he tenido pena a las mujeres que viven contando calorías, haciendo dietas tiránicas y no pudiendo disfrutar de las deliciosas comidas que el mundo de la chatarra nos ofrece día a día.
Para ser sincera yo hice una que otra dieta, no más de una semana, jamás en mi vida he podido ser constante en ese tipo de cosas.
El mundo de la televisión nos anda mostrando solo dos tipos de mujeres, o súper, pero súper falcas, o súper, súper gordas, y ¿Las mujeres promedio?, que andamos en medio de la delgadez y la rellenez, que tenemos el peso adecuado para nuestros tamaños y edades pero aun así estamos acusadas de “Gorditas”.
A todas horas estamos constantemente bombardeadas por un montón de publicidad que nos hace creer que realmente necesitamos ese cuerpo con abdomen definido, como dicen “Al final tendrás el cuerpo que siempre soñaste”, ¿Siempre lo soñamos o nos convences de que es lo que soñamos?
Deberíamos poder ir más allá de la gordura y la delgadez, que generalmente es una cualidad genética, más allá de lo externo, trascender un poco y aquello que no se extingue con el tiempo, aquellas cosas que no necesitan cirugía para ser mantenidas, deberíamos preocuparnos más por ser buenas personas a ser “Buenos potos, buenas lolas y buenos cuerpos”.
Y si nos cuidaos de mucha grasa, o mucha azúcar y si hacemos ejercicio que sea por salud y no por pinta.
Por eso ¡Que vivan mis rollitos!
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